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Lavalade a lo largo de los siglos

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Estas instalaciones tienen un pasado, una historia. Desde hace siglos, generaciones han vivido y trabajado aquí, han sido felices o infelices. Cuando ya no estemos, esperamos que Lavalade siga acogiendo por muchos años más, las generaciones futuras. Nosotros aportamos nuestra colaboración con el fin de ayudar a preservar y sostener estos lugares durante nuestro (relativamente) corto paso sobre esta tierra y en esta propiedad. Nos pareció pertinente recordar a quienes nos han precedido.
Bruno et Laurence.

Hay restos de la señoría de lavalade en los archivos del Tarn y la Garonne –decreto del consejo del rey del 20 de marzo de 1615. Se extendía desde Verlhaguet (cerca de Montauban) hasta Barthes (cerca de Castelsarrasin) En el siglo XVI ella pertenecía a la familia de Vigier, de Moissac.

Lavalade ancienne

Catherine de Vigier, hija y heredera de Jean-Jacques, señor de Ricart era dama de la Valade desde que en 1629 ella se casa con François de Pechpeyrou, baron de Beaucaire. Ella muere sin hijos, después de dejar su herencia a su marido en 1640. Los descendientes de François de Pechpeyrou de Beaucaire poseen sucesivamente la señoría de la Valade.

El Castillo Lavalade fue construido a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, bajo el mando de Jean-Antoine de Pechpeyrou, marqués de Beaucaire y de su hijo Gilles-Gervais. Gilles-Gervais de Pechpeyrou, marqués de Beaucaire, cedió a su primo Jean-François de Cours el castillo y los terrenos de Lavalade por medio de su estamento.

El Château Lavalade pasó entonces a manos de la familia de Cours, una familia muy antigua donde el primer representante era Pierre de Cours, en el año 1020. Esta familia iba conservó este dominio por 170 años.

 

 Dentro de los propietarios sucesivos, encontramos:

  • Charles, vizconde de Cours,armes-de-la-famille-de-cours-chateau-lavalade-tarn-et-garonne nacido el 31 de marzo de 1974 bajo el nombre de « Boulou Fraternité». Diez años después,  por sentencia del tribunal de primera instancia de Castelsarrasin, este nombre fue cambiado a “Charles Ami”, estos nombres eran símbolo de una verdadera unión entre su padre Jean-Antoine y sus ideales de la revolución, o más bien un intento de proteger a su familia de los abusos de los revolucionarios.
  • Su hijo Alfred, barón y vizconde de Cours (1826–1867) fue quien realizó los diseños de la capilla en 1860 y la orden a los reconocidos escultores hermanos Virebent.
  • Raymond de Cours (1894–1953) poseyó Lavalade junto con sus hermanas Madeleine y Christine de Cours: ellos debían ser los últimos propietarios de la familia. Después de la terrible inundación del Tarn en 1930, que causó daños en la planta baja, llevaron a vitrail-central-de-la-chapelle-chateau-lavalade-tarn-et-garonnesus hermanos a vender la propiedad; en 1946 fue adquirida por Robert Germain, propietario y explotador agrícola que llegaba de Algeria a instalarse en Francia. El Sr.Germain decide empezar con la producción de frutas en gran escala, empleando mecanismos modernos y poco conocidos en Tarn y Garonne. En los años 1950 y 1960, el dominio Lavalade era una granja frutera en auge muy reconocida. Lavalade contaba con 250 hectáreas de huertos, principalmente plantaciones de manzanos.

Continuamente, a partir de los años 1990, la explotación tuvo problemas financieros y los edificios de la propiedad se degradaron. En 1994, Jean-François Chini-Germain y su esposa entran al rescate de Lavalade y ceden las tierras agrícolas, los edificios de explotación y renuevan parcialmente el castillo. Luego, en 2008 y hasta el día de hoy, el dominio Lavalade es una propiedad de 6,8 hectáreas (de los cuales 5 son de un parque de árboles); el castillo fue completado por una habitación al borde del Tarn, un palomar y dos edificios donde se hospedaban los obreros agrícolas.

En enero del 2015, el dominio fue comprado por Bruno, barón de Larminat y su esposa  Laurence Préveraud de Laubépierre de Vaumas. En el 2015 renuevan la propiedad para recibir eventos privados y profesionales y hacer de este un lugar de estancia turística lleno de encanto.